Posted: 8/22/2016
El programa de Salud con Especializaciones para Mujeres y Niños de Parkland establece nuevos récords en todos los servicios
Unos pocos minutos después que el nuevo Parkland Memorial Hospital abrió sus puertas el 20 agosto 2015, la avanzada unidad de parto y alumbramiento de la instalación estaba funcionando a pleno. A las 9:40 a.m., se celebró el primer nacimiento, un bebé varón que nació por cesárea. A la medianoche, ya habían nacido 17 bebés más. Actualmente, un año después que el proyecto de construcción del nuevo hospital más grande de la nación abrió sus puertas, Parkland tiene un promedio de 32 partos diarios, lo cual representa un aumento de cinco por día con respecto al año anterior, con un total de 11.270 partos registrados al 31 julio de 2016 en el nuevo hospital de Parkland.
“En general, la demanda de los servicios que proporciona nuestra división de salud desde que nos mudamos al nuevo Parkland ha ido en aumento”, dijo Paula Turicchi, administradora de la División de Salud con Especializaciones para Mujeres y Niños de Parkland. “Debido al aumento en la cantidad de partos, el nivel de uso de nuestra clínica WISH es mucho más alto de lo previsto”.
Desde la mudanza a las instalaciones que tienen más de 2,5 millones de pies cuadrados (232.300 m2) y que incluye la Clínica WISH independiente que está conectada mediante un puente aéreo rodeado de vidrio a la torre Serena Simmons Connelly del hospital, el volumen de partos en Parkland aumentó un 18 por ciento; los exámenes radiológicos de obstetricia y ginecología aumentaron un 10 por ciento; las visitas a la Clínica Especializada en Medicina Fetal Materna aumentaron un 5 por ciento y las visitas a la Clínica Ginecológica aumentaron un 8 por ciento. A finales de junio de 2016, se habían registrado1756 visitas a la clínica de Lactancia de Neonatos a pesar de que se habían presupuestado solo 415 y las visitas a los Servicios de Emergencia de Obstetricia y Ginecología aumentaron en 7,7 con respecto al año anterior.
“Nuestro objetivo es colaborar con los pacientes y sus familias para obtener mejores resultados en el cuidado de la salud”, dijo Marjorie Quint-Bouzid, MPA, RN, NEA- BC, vicepresidenta de Enfermería de WISH. “El nuevo Parkland nos permite proporcionar una mejor experiencia a nuestros pacientes gracias a las mejoras como por ejemplo, las habitaciones privadas con baño para pacientes y las nuevas habitaciones para parto y alumbramiento en donde las pacientes pueden dar a luz y recuperarse en la misma habitación. Un lugar especial para la familia en cada habitación con sofá-cama favorece la participación de la familia en la experiencia del nacimiento y maximiza la oportunidad del vínculo parental y del cuidado centrado la familia”.
Además, la nueva torre de WISH en Parkland tiene 12 salas de selección para parto y alumbramiento en donde las mujeres que llegan en trabajo de parto son evaluadas y controladas, 36 habitaciones de preparto, 108 habitaciones privadas para pacientes de posparto y 96 salas privadas de cuidado intensivo para neonatos. Nueve avanzadas salas de cirugía especializadas en obstetricia incluyen un quirófano diseñado especialmente para nacimientos múltiples con una habitación especial de resucitación neonatal y aseguran el más alto nivel de cuidado posible en cada parto. Parkland tiene un promedio de 11 nacimientos de gemelos por mes y un nacimiento de trillizos desde que se mudó al nuevo hospital.
Magda Jimenez, de 32 años, de Farmers Branch, pasó cuatro semanas en el séptimo piso de la nueva Torre WISH de Parkland en enero. Magda fue admitida en la unidad de preparto como paciente de alto riesgo el 2 enero y fue inducida al parto el 30 enero. Su hijo Fernando nació pocas horas después de la cesárea y pesaba escasamente 4 libras (1,8 kilos). Fernando fue admitido inmediatamente en la unidad de cuidado neonatal intensivo de Parkland en donde permaneció durante el siguiente mes. Las complicaciones posteriores al parto evitaron que Jimenez pudiera ver a su bebé durante dos días, pero su esposo, Ángel Herrera, permaneció en la unidad de cuidado neonatal intensivo con el bebé mientras ella se recuperaba.
Unas horas antes del nacimiento de Fernando, el hijo de cinco años de Jimenez fue operado de apendicitis. Ella no pudo estar junto a él porque se consideraba muy peligroso para ella y para el feto pero pudo verlo brevemente en la recepción del hospital. “Los médicos y enfermeras de Parkland fueron maravillosos. Todos sabían lo que estaba pasando y me apoyaron muchísimo”.
“Durante los 28 días de internación antes del nacimiento de Fernando”, dijo Jiménez “el personal me cuidó muchísimo. Me sentí realmente bendecida”.
Cuando le dieron de alta del hospital, Jimenez regresó a la unidad de cuidado neonatal intensivo de Parkland todos los días para estar con el pequeño Fernando y se quedó a dormir por las noches en su habitación privada. Cuando regresó al hogar con sus otros hijos, las enfermeras la llamaban frecuentemente para darle información sobre los avances de su bebé. “Era muy tranquilizante saber que realmente lo cuidaban muy bien”.
Los consultores de lactancia de Parkland también le proporcionaron apoyo y aliento para que amamantara a Fernando. “Fueron maravillosos y me ayudaron siempre”.
Además de sus dos hijos, Jimenez y su esposo tienen una hija, Barbara, que nació hace 10 años en el viejo hospital de Parkland. “La calidad de atención y el personal fueron increíbles en los dos partos”, dijo Jimenez, “pero el nuevo hospital es mucho mejor para las familias. Cuando nació mi hija, tuve que compartir la habitación con otras personas y fue una experiencia difícil. En el nuevo hospital de Parkland, las habitaciones privadas son tranquilas y muy cómodas. En el viejo hospital de Parkland, no había lugar para que los padres pudieran visitar a los bebés en la unidad de cuidado neonatal intensivo. No puedo ni imaginarme cuán difícil hubiera sido no poder pasar la noche con Fernando y estar junto la mayor cantidad de tiempo posible”.
“Fue muy difícil para toda la familia tener un bebé prematuro”, dijo Jimenez. “Parkland se ocupó de todas nuestras necesidades e inclusive de apoyar a mis otros hijos. Los especialistas en Atención Infantil les dijeron a ellos que su hermanito bebé ‘era como un pequeño pájaro recién nacido’ y les dieron una almohada en forma de nido para ayudarlos a sostenerlo. Al principio fue muy difícil porque ellos no podían venir a ver a Fernando y el personal nos ayudó a explicarles la situación. Todo lo que Parkland hizo por nosotros fue increíble”.
Ahora que Fernando está bien en su casa y que tanto Jimenez como su hijo del medio están bien nuevamente, toda la familia se siente muy agradecida por el cuidado que recibieron en el nuevo hospital de Parkland durante este periodo de crisis tan complicado.
“Eso es lo que hacemos por nuestros pacientes, son como nuestra propia familia”, concluyó Quint-Bouzid.