Posted: 2/15/2017
Los defensores de clientes del VIP/Centro de crisis por violación de Parkland asisten a las víctimas de agresión sexual y violencia doméstica
Cuando las víctimas de agresión sexual o maltrato doméstico ingresan a la sala de emergencias de Parkland Memorial Hospital, están sufriendo mucho tanto física como emocionalmente. Mientras los proveedores médicos se encargan de las heridas, rápidamente se notifica al Programa de intervención de apoyo a las víctimas (VIP)/Centro de crisis por violación de Parkland. En pocos minutos, un defensor de clientes se acerca a la víctima y le dice con dulzura: “Puedes contar conmigo. Estoy de tu lado. ¿Cómo puedo ayudarte?”.
Al responder a remisiones de sus colegas del hospital, los defensores de clientes ofrecen apoyo emocional, documentación forense escrita y fotográfica, información y remisiones, y ayudan a los servicios de emergencia. También sirven de enlace entre las fuerzas policiales, las víctimas y el sistema médico.
Como la mayoría de las víctimas son mujeres, si el defensor que se presenta a verlas es un hombre, podrían tener dificultades para confiar en él.
“La mayoría de las víctimas son agredidas o maltratadas por hombres”, afirma Sergio Torres, de 43 años, quien hace 22 trabaja en Parkland. “Es importante para las víctimas saber que estoy de su lado, que me preocupo por ellas y que deseo ayudarlas”.
Torres es el único defensor hombre entre el personal actual del VIP/Centro de crisis por Violación, pero otros hombres han ocupado ese puesto en el pasado.
“Tener un defensor hombre en nuestro equipo nos brinda una perspectiva distinta, y las clientas han expresado su gratitud por su apoyo y su asistencia”, dijo Melissa Reilly, trabajadora social clínica licenciada, directora del VIP/Centro de crisis por violación.
“La mayoría de las víctimas sienten que pueden sincerarse conmigo y desean hablar”, señaló Torres. “Solo alrededor del 5 por ciento no desean hacerlo. Yo las escucho y les hablo de nuestros servicios: orientación, asistencia jurídica, ayuda para buscar un refugio o una vivienda, asesoramiento financiero, lo que sea que necesiten”.
Luego de la reunión inicial, el defensor hace un seguimiento telefónico a los pocos días para consultar sobre la víctima y, si esta no ha programado una cita en el Centro, le vuelve a ofrecer asistencia.
Durante casi dos décadas, el VIP/Centro de crisis por violación de Parkland ha respondido a las necesidades de las víctimas de violencia familiar y agresión sexual atendidas en Parkland y en las clínicas ambulatorias de sus instalaciones. El personal del VIP/Centro de crisis por violación está disponible las 24 horas todos los días para atender las necesidades inmediatas de las víctimas y ofrecer orientación y asesoramiento continuos, incluso hasta mucho después de que las marcas físicas del maltrato hayan desaparecido.
“Nuestro objetivo es ayudar a evitar el maltrato y la violencia, y a que las víctimas sanen sus heridas”, manifestó Reilly. “Muchos de nuestros pacientes tienen ingresos escasos o nulos, y cuentan con pocos recursos, habilidades laborales o apoyo social. Nuestra tarea es ayudarlos en ese momento de crisis”.
En 2012, se implementó en Parkland un sistema de detección de maltrato o violencia para identificar mejor a las víctimas, dijo Reilly. Durante el año fiscal 2016, se atendieron alrededor de 2,500 víctimas de maltrato o violencia (de 13 años de edad en adelante).
“Nuestro trabajo no termina con la víctima principal”, indicó Reilly. “Somos conscientes de que otras personas pueden estar sufriendo por un determinado caso de maltrato o violencia, así que también ofrecemos asesoramiento a esas víctimas secundarias, por ejemplo, padres, hermanos o parejas que no sean quienes ejercieron el maltrato”.
El año pasado, cerca de 333 nuevos clientes recibieron servicios de asesoramiento, y se dedicaron 3,379 horas de servicio a las víctimas. Además de una línea directa de asistencia telefónica las 24 horas, entre los servicios de apoyo se encuentran el apoyo jurídico, el acompañamiento a audiencias en tribunales y la orientación sobre recursos específicos destinados a las víctimas, como el Resarcimiento a las Víctimas de Delitos y recursos comunitarios. Ante una emergencia, los oficiales de policía del distrito del hospital del condado de Dallas responden para ofrecer protección a las víctimas y al personal.
Torres, padre de dos hijos, comenzó su carrera en Parkland trabajando en el VIP/Centro de crisis por violación en 1999. Pasó a ocupar otros puestos dentro del sistema médico y, finalmente, regresó al Centro hace un año. Torres descubrió que tanto él como las víctimas que necesitan asistencia han cambiado con el transcurso de los años.
Los defensores de clientes del VIP/Centro de crisis por violación ofrecen servicios a adolescentes (de entre 13 y 17 años de edad) debido a la agresión sexual o la violencia en el noviazgo. En este Centro, los adolescentes buscan asesoramiento para sobrellevar el impacto emocional del maltrato infantil, la agresión sexual y el maltrato en relaciones de noviazgo.
Cada año, cerca de un millón y medio de estudiantes de secundaria en todo el territorio de los Estados Unidos son maltratados físicamente por la persona con la que están saliendo, según datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. La violencia en el noviazgo no solo implica maltrato físico, sino también sexual, digital, emocional y verbal. Febrero es el Mes de Concientización sobre la Violencia Adolescente, y los expertos de Parkland alientan a padres y adolescentes a prestar atención a las señales de la violencia en el noviazgo y a forjar relaciones sanas basadas en el respeto.
Con una hija de 12 años y un hijo de 9, por un tiempo Torres luchó por dejar atrás los problemas laborales al compartir tiempo con ellos. “Al volver a casa pensaba: ‘Esto podría pasarles a mis hijos’. Me preocupaba mucho y no dormía bien”, dijo el. “Pero no quería abandonar”.
Al poco tiempo, se dio cuenta de que preocuparse no era una solución. “Tenía que hablar con mis hijos sobre mi trabajo y sobre lo que está bien y lo que está mal en el comportamiento de las personas. Les dije: ‘No importa de quién se trate, si es un pariente, un amigo, un maestro o un entrenador, el maltrato está mal’. Quiero que sepan cómo defenderse, protegerse y pedir ayuda si la necesitan”.
Ahora, Torres dice que ama su trabajo. “Estoy ansioso por ir a trabajar todos los días. De veras quiero ayudar a esas personas. Nosotros marcamos la diferencia en su vida”.
Para obtener más información sobre los servicios del VIP/Centro de crisis por violación, visite www.parklandhospital.com/es.